Estrategias de pensamiento creativo

Pensar divergentemente (en contraposición a utilizar pensamiento convergente) implica disparar nuestros esfuerzos mentales en diferentes direcciones y evitar concentrarlos en una única meta.

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Estrategias de pensamiento creativo

Pensamiento divergente y pensamiento convergente

Pensar divergentemente (en contraposición a utilizar pensamiento convergente) implica disparar nuestros esfuerzos mentales en diferentes direcciones y evitar concentrarlos en una única meta, para ello utilizaremos una técnica que se llama “relaciones forzadas”.

  1. Tomemos cualquier objeto o animal. Digamos, un pingüino. Hagamos un listado de sus características. Para ello, te invito a realizar una investigación en internet.
  2. Ten lista las características de este precioso animal y revísalas una por una y ve cómo podemos ligarlas con el diseño de una carpeta de argollas por ejemplo: El color negro, blanco y algo de amarillo intenso podemos relacionarlos con la variedad de colores que agregaremos a la carpeta.
  3. Anota las características que descubriste y desarrolla para todas las que puedas una aplicación en el re-diseño de las carpetas de argollas. Piensa en que todas tus aportaciones deberán ser innovadoras (es decir, que no existan actualmente en el mercado), útiles (deben resolver problemas) y viables (es decir, que sea factible producirlas y que no tengan costos excesivos).
  4. Realiza un reporte escrito de tu actividad cuidando la presentación y cuando hayas terminado, verifica utilizando la lista de cotejo “relaciones forzadas”.

Técnica del input aleatorio

Seguramente te ha sucedido que una palabra, un sonido o una imagen te ha llevado a generar una idea, a prender una chispa interna que te da la sensación de una iluminación súbita o insight. La técnica del input aleatorio es realmente simple: consiste en abrir un libro en una página seleccionada al azar y tomar nota de la primera palabra que veamos, o de prender el radio y registrar la primera palabra que escuchamos. La idea es ver cómo esa palabra puede relacionarse con el asunto que tratamos de resolver.

Aplica la técnica de input aleatorio siguiendo paso a paso las instrucciones:

  1. Elige una palabra al azar.
  2. Piensa cómo te ayuda esa palabra a encontrar otros usos para el bolígrafo.
  3. Elabora una tabla con dos columnas, en la primera deberás anotar las características sobre el concepto de la palabra elegida y pensar en cómo aplicarlas al diseño del novedoso bolígrafo.
  4. En la segunda columna deberás relacionar cada una de las características del objeto con el diseño del bolígrafo solicitado.
  5. ¿Generaste ideas interesantes? Revisa tu actividad con la lista de cotejo “input aleatorio”.

La técnica de metáforas y analogías

Nos es útil cuando no podemos dar una respuesta a un problema y nos sentimos bloqueados, podemos traducir la situación a otra que no tenga importancia real para nosotros: es un poco como pensar metafóricamente o en términos de alguna analogía en donde quizá sí podamos producir una solución. El asunto es que cuando sólo estamos concentrados en el problema, quizá tengamos algunos bloqueos emocionales que nos impiden ver las soluciones.

La técnica de pares asociados

Puede ser una estrategia muy divertida para darle solución a un problema de una forma creativa, consiste en asociar un sustantivo común (¿te acuerdas? Son los nombres de objetos o animales), con un verbo de acción.

Realiza la siguiente actividad para que te quede más claro:

  1. En la primera columna de la hoja que aparece a continuación anota junto a cada número un sustantivo común.
  2. Ahora, en la segunda columna anota un verbo de acción junto a cada número.
  3. Ahora viene lo más divertido: anota un número diferente, que esté entre 0 y 99, en cada fila de la última columna para que luego generes unos inventos.

El reto que te planteamos es el siguiente. Observa el primer número de dos dígitos que escogiste y ve a qué palabra de la primera columna corresponde el número de las decenas y a cuál de la segunda el número de las unidades. A partir de esas dos palabras debes generar un invento, algo que actualmente no exista. Por ejemplo, si anotaste 47 y resulta que en la primera columna tienes la palabra “sombrero” junto al número 4 y en la segunda columna tienes el verbo “ventilar” junto al 7, a lo mejor piensas en un sombrero que tenga un calado que puedas cerrar cuando haga frío o llueva y abrir con calor.

  1. Te invitamos a desarrollar al menos tres inventos en un procesador de texto. Recuerda, deben ser objetos o servicios que actualmente no existan de la forma en que tú los planteas. Cuando los tengas, revisa tu actividad con la lista de cotejo “Pares asociados”.

Planteamiento del problema

En el pedir está el dar dice el refrán, y en el planteamiento está la solución. Analiza los siguientes problemas y decide si tienen mayor probabilidad de tener una solución, tanto los de la columna A como los de la B:

Problemas tipo A
  • Mi vida es un desastre.
  • Hay que mejorar el trabajo.
  • No le entiendo a Matemáticas.
Problemas tipo B
  • He perdido el trabajo y mi pareja amenazó con dejarme.
  • Es necesario bajar el costo de los insumos y asegurar que los ladrillos que producimos cumplan con la norma oficial en cuanto a tamaño y peso.
  • No entiendo cómo despejar la variable cuando estoy dividiendo.

¿Ya decidiste cuáles son más fáciles de solucionar? Seguramente concluiste que los de la columna B son más sencillos. Piensa por qué y cuando estés listo/a, presiona ¡ya lo tengo!

Los problemas de la segunda columna son más precisos, delimitan los aspectos críticos y apuntan a la solución, por lo que es mas fácil solucionarlos que cuando se plantean situaciones generales y algo etéreas como las de la primera columna. Sin embargo, todavía pueden elaborarse mejores planteamientos, lo que supone una probabilidad aún mayor de que el sujeto que los plantea tenga éxito.

Autoevaluación

Serie de Problemas:

  1. En cuatro minutos intenta abrir un espacio de solución a las personas que presentan los siguientes problemas. Se requiere que plantees los problemas de forma que puedan resolverse, es decir replantea el problema proponiendo palabras que impliquen una posibilidad de solución.
    1. Mi negocio está a punto de ir a la quiebra.
    2. Yo no entiendo Historia Universal.
    3. Nunca podré adelgazar.
    4. Mi matrimonio se está derrumbando.
    5. No hay manera de entregarlo a tiempo.
    6. Mis hijos me están volviendo loca.
    7. Mis empleados son muy flojos.
    8. No me gusta la calidad con la que trabajamos en mi empleo.
    9. Los vecinos tiran mucha basura en la calle.
    10. El barrio se ha vuelto inseguro.
  2. Guarda tu actividad en un procesador de texto y evalúala con el diferencial semántico “Serie de problemas”

Hay algunas recomendaciones adicionales que los psicólogos que practican la terapia breve recomiendan para plantear problemas en términos más resolubles.

  • Utilizar sólo palabras que impliquen solución en el planteamiento, que tengan una connotación afirmativa en lugar de evitar algo negativo. Por ejemplo, es mejor decir ¿cómo puedo hacer que mi marido llegue temprano a casa? que plantear ¿cómo puedo hacer que no se la pase de parranda? Plantearlo así implica, además, la aparición de un sentimiento negativo (ira, celos) que bloquea emocionalmente a la persona que intenta la solución.
  • Plantear cuestiones que estén en mi locus de control. Es mejor decir ¿qué hago para que el trabajo salga más rápido? que ¿cómo le podrá hacer la empresa para que el trabajo salga más rápido? Como vimos, este tipo de preguntas contribuye a un mejor concepto de uno mismo lo que redunda en el desarrollo de conductas más adaptativas.
  • Rescatar instancias del pasado en que he tenido éxito en problemas similares. Plantear ¿qué hice la vez pasada en esta situación? resulta mejor que ¿cómo le haré ahora? El activar el conocimiento previo siempre es útil y nos evita recorrer otra vez caminos de solución que ya conocemos.