A nosotros nos encantaría que, después de lo visto en esta primera parte, dijeras que te sientes a gusto con el arte de los museos, que ya eres completamente capaz de distinguir las obras de arte y, sobre todo, como propósito esencial de esta asignatura, no sólo que lo sepas apreciar, sino que lo puedas disfrutar.

Pero, siendo completamente realistas, es tal la diversidad de definiciones, posturas, principios y tendencias, que probablemente todavía te cuestiones lo que es el arte.

¿Qué es el arte?

No queremos llenarte de definiciones conceptuales y estilísticas, ya que, como te habrás dado cuenta, éstas abarcan toda la historia del pensamiento humano. Poussin, por ejemplo, habla de que “el propósito del arte es el deleite”, mientras que en la actualidad hay quienes afirman que casi cualquier cosa es arte. De hecho, hay autores que afirman que la pregunta no debe ser ¿qué es arte? sino ¿Cuándo hay arte?

Benedetto Croce, a principios del siglo XX afirmó que, ante la pregunta ¿qué es el arte?, se puede decir que arte es aquello que todos saben qué es. Esto contrasta completamente con lo que menciona Theodor Adorno (Teoría estética, Taurus, Madrid, 1980): que lo único evidente del arte es su pérdida de evidencia.

Morris Weitz (The role of theory in aesthetics, 1957, citado por Olivares O.C) plantea la imposibilidad lógica de realizar una teoría del arte debido a que se carecen de criterios necesarios y suficientes. También, haciendo referencia a lo ya visto, puedes entender cómo para algunos autores la conceptualización del arte se deriva del papel que jugaba la forma, o, por el contrario, el contenido.

Si esto ya suena problemático, las cosas se pusieron más difíciles cuando, con los antecedentes del Realismo y el Impresionismo, se rompen las llamadas categorías estéticas y, por ende, la noción de arte existente. Pero, si ya se borraban los límites, a partir de los años 70 se rompe absolutamente cualquier referente que pueda dar indicación clara de la dimensión artística.

J. Michel Basquiat

Conscientes de que no podemos enunciar que el concepto de arte es universal, pero sí podemos afirmar que es universal la dimensión estética del ser humano, como lo has visto en las unidades anteriores; entonces, la intencionalidad de esta unidad es la de brindarte ciertos comunes denominadores que te servirán como herramientas para que puedas practicar la percepción estética de una manera placentera, gozosa y útil. Pero, para darte esas herramientas tenemos que preguntarnos ¿No será que cuando todo se vale es porque no se vale nada?, ¿dónde están los límites mínimos del arte?

Nosotros creemos que sí hay constantes en el arte. Para aclarar a qué se denomina constante, debemos pensar que la primera condición del arte es que siempre cambia, paradójico, ¿no? Como diría Heráclito, lo único constante es el cambio. Esa primera constante que implica el cambio, se convierte en un principio; hasta que llega otro genio, o tendencia, que lo revoluciona creando otra nueva idea que se considere como principio, y así hasta el arte contemporáneo, donde cambia completamente el espectro de lo que es arte, rompiendo esta aparente evolución y atomizando cualquier intento de conceptualización.

Siguiendo la interpretación de Olivares (O. C.), el arte reproduce la realidad. Esta es la más tradicional de las definiciones que, de hecho, configura hasta el día de hoy nuestra principal apreciación del arte. A pesar del estallido de escuelas contemporáneas, vuelve siempre a resurgir. Basta pensar en el neorrealismo, el hiperrealismo, el expansionismo, etcétera.

El arte produce belleza. El problema es la asociación arte/belleza. No siempre el arte produce belleza, ni la belleza es arte. Funciona con plenitud hasta siglo XIX, posteriormente se adhieren otras categorías como lo feo, lo grotesco, etcétera.

Lo importante en el arte es la forma. Esta enunciación ya ha sido completamente tratada en la unidad correspondiente, y es la más occidental. Las grandes definiciones de arte se basan en esta concepción.

No hay arte sin expresión. Se puede afirmar que esto es válido hasta la llegada del arte, en la que lo importante es la capacidad de reflexión sobre el mismo; esto es, hasta los años 60, no entraría el arte conceptual ni los subsiguientes.

El arte produce experiencias estéticas. El problema es la definición de la experiencia estética. ¿Se unen sensibilidad y razón? Se puede tener lo uno sin lo otro.

Por eso no puede dejar de haber arte. Quizá nos encontramos con alguna cultura que no está en la punta de lanza tecnológica, pero que seguramente tendrá un sin fin de manifestaciones artísticas que nos dirán más que muchos tratados eruditos.

En síntesis, toda manifestación artística tiende a:

Transformar nuestra visión de la realidad y ayudar a encontrar sentidos diferentes de la vida.

En nuestro gozar el arte se altera la vivencia del tiempo. Es un “sin sentir” que crea una ruptura en la cotidianidad y nos da herramientas para ver lo ordinario de manera diferente.

El arte hace que nuestro yo se vea diferente: o se olvida el ego, o se vuelve otra cosa, pero no es nuestro rol cotidiano.

El arte se puede gozar, pero el gozo es breve, no obstante, es suficiente para ver lo ordinario de manera diferente.

Completa con los conceptos correctos la siguiente definición de arte a partir de lo leído.

Una condición del arte es que siempre , lo único constante es . Esa primera constante que implica el cambio, se convierte en un principio; hasta que llega , o tendencia, que lo revoluciona creando otra ,que se considere como principio, y así hasta el arte contemporáneo, donde cambia completamente el espectro de lo que es arte, rompiendo esta aparente evolución y atomizando cualquier intento de .