Arte e industria cultural

El mercado mundial homogeneiza el deseo de los consumidores, haciendo creer que cada sujeto es libre de elegir.

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Arte e industria cultural

Las industrias culturales diseñan, dirigen y planean los juicios del gusto y, por ende, controlan la emoción estética mediante una vigilancia social que merma la capacidad contestataria de las manifestaciones artísticas.

Pero, ¿todo es tan negativo? No. Las propias transformaciones obligan al espectador a tomar otro papel, a adquirir reconocimiento de otro tipo de diálogos y perspectivas. Lo llevan a la autocrítica, al reconocimiento de la existencia de otras interpretaciones.

Jacques Barzun señala que el arte tiene dos aspectos:

El arte se visualiza a sí mismo como una institución con una gran conciencia de sí misma, como una especie de bálsamo espiritual indispensable para la vida. Pero el problema es que es una institución que carece de teoría: el arte carece de una razón de ser, y cada uno de sus integrantes (artistas, intérpretes, críticos, espectadores) puede hablar sólo por sí mismo, nunca como un todo homogéneo.

La imposibilidad física de la muerte en la mente de alguien vivo. Damien Hirst

El arte se visualiza como la única fuerza opositora a cualquier idea, sentimiento, actividad, incluso a sí mismo.

El arte se volvió extraordinariamente popular. Las obras de arte aparecen en Internet, en exhibiciones especiales de un país a otro, en todo tipo de publicaciones, tanto para “conocedores” como para el público en general; se organizan seminarios y conferencias de divulgación en todo el mundo; aparece toda una serie de objetos de consumo alrededor del tema de las obras de arte, sin estar necesariamente asociados a una temática de contenido meramente académico o especializado.

La tecnología ha ayudado a movimientos que antes no se podían imaginar.

Actualmente aparecen toda una serie de objetos de consumo alrededor del tema de las obras de arte.

Hace 50 años no existía tal movilización con respecto al arte. No nos habríamos imaginado que un banco o una compañía de refrescos patrocinaran a artistas contemporáneos. No nos percatamos de que el término “arte” comenzaba a tener otras extensiones, se expandía y permeaba todo el entorno. Surgía una gran ambigüedad entre las diferentes maneras de concebir el arte.

¿Todo puede llegar a ser obra de arte?

Nadie duda la existencia de una pasión por el “arte”, pero tenemos que cuestionar si en verdad todos esos elementos disparatados a los que hemos hecho referencia realmente constituyen una sustancia homogénea denominada “arte”.

“Sólo el arte perdura”

La frase anterior representa toda la primera tendencia en nuestra visualización del arte. Como una gran institución, no importa que sea falsa, sino el sentido que tiene, pues permite criticar y cuestionar al gobierno, al Estado, a sus instituciones, en tanto, va más allá de todo esto.

Por otro lado, la justificación del arte proviene que cumple la función de denuncia de todo aquello que padece una sociedad. El arte es la entrada a la transformación, el arma liberadora de la conciencia.

Existe otra tendencia, en relación a la visualización del arte, que abarca las dos anteriores: el arte, al conseguir el gozo y el placer estéticos, proporciona una especie de catarsis: purificación, terapia.

Arte es poder

Si analizamos lo anterior, el arte influye en la razón, los nervios, los sentimientos, el alma. Conlleva sentimientos de esperanza, hostilidad, de cuestionamientos morales, sociales, etcétera. Puede utilizarse para combatir los males de una comunidad, o para transmitir los ideales de otra. En pocas palabras, es importante pues ayuda a los hombres a vivir, pero, también, a recordar. Ahora, si se acepta lo anterior, entonces tenemos que aceptar lo que se deriva de esta frase:

El arte es peligroso

Es peligroso debido a que tiene significados y funciones antagónicas: por un lado, dignifica a la civilización; pero, por otro, la puede debilitar y destruir.

Ya desde el siglo XVIII, pero principalmente en el XIX, se tiende a ver al arte como una institución que opera a partir de las categorías que tomó prestadas de la religión. Es decir, así como en la religión hay una dedicación a algo más grande que el creyente individual, de la misma manera el arte trasciende no sólo al artista, sino también a su tiempo.

El artista experimenta una experiencia diferente a la ordinaria: una experiencia casi espiritual. El arte puede ir más allá de los sentidos. En el Romanticismo se exalta la idea de que los artistas son “genios”.

Así como la naturaleza revela a Dios, el arte revela lo divino y promete al espectador una especie de éxtasis espiritual. Las obras tenían que producir este efecto religioso: entusiasmo y devoción.

El arte es el puente al dominio del espíritu, es, a fin de cuentas: autónomo y, sobre todo, inmortal. Pero también es un misterio. Como la energía misma, cada obra es un mundo.

El arte es un misterio como la energía misma. Lo anterior ocasiona que durante más de cien años se repita que el artista es un creador con un status único. Con ello se confirma el abuso de las funciones del arte. Al desarrollar autoconciencia de su propio rol, el artista, paradójicamente, pierde su verdadera identidad porque ya es consciente de sí mismo, y aquí cambia su misión:

Se convierte en un profeta para moralizar al mundo, no de acuerdo a los códigos morales vigentes, sino de acuerdo a una esfera más alta: la del arte. A pesar de que cada generación encuentra sus propios medios, el artista repudia la utilidad, parte de la idea de que puede conquistar la materia y penetrar más allá. Lo único que siempre subsiste es el arte. Se denuncia a los ricos, la guerra, etcétera. Por ejemplo, Blake. En este sentido, el arte, o rechaza el mundo (lo que después de todo muchos artistas no estaban dispuestos a hacer, ya que a fin de cuentas es su única plataforma para vivir) o rechaza el presente, ya que algunos artistas pueden percibir un nuevo orden.

Autoevaluación

Arrastra los complementos a la frase “el arte es…..” considerando lo que se ha leído en esta lección.


El arte es:

un misterio como la energía misma
algo que subsiste siempre en la historia humana
es purificación, terapia y éxtasis
un medio para revelar lo divino y el éxtasis espiritual
peligrosa por amenazar ideas establecidas
poder porque influye en la razón y en los sentimientos
algo que jamás se volverá popular, propio de unos cuantos
el reflejo del aburrimiento del ser humano algo que subsiste siempre en la historia humana
una receta que hay que seguir y obtener bellos resultados